Cómo redactar un Personal Statement para una universidad del Reino Unido

PS

Este artículo sobre el Personal Statement ha sido redactado por Kathryn Abell, consultora de Edukonexion. Fue publicado en la revista “Voices” del British Council, y ha tenido gran repercusión en las redes sociales, habiendo sido compartido más de 15.000 veces.

Puedes ver cómo Kathryn te puede ayudar a escribir tu Personal Statement

 

Cuando llega el momento de presentar una solicitud de acceso a una universidad del Reino Unido, descubrir que las calificaciones escolares no bastan para acceder a los estudios elegidos puede resultar una desagradable sorpresa. Este hecho es especialmente cierto en el caso de los estudiantes internacionales, muchos de los cuales oyen hablar por primera vez de una «carta de motivación» o Personal Statement al poner en marcha el proceso de solicitud para la universidad.

Sin embargo, la declaración o carta de motivación no solo no supone una barrera, sino que en realidad se presenta como uno de los peldaños que nos ayudarán a alcanzar nuestra meta de estudiar en una universidad del Reino Unido.

 

La declaración personal puede ayudarte a destacar

Si has seleccionado tus estudios correctamente, es decir, has elegido algo que realmente te entusiasme y que coincida con tu perfil académico, entonces la carta de motivación es sencillamente una forma de comunicar a los tutores de admisiones el motivo por el que estás interesado en los estudios y lo que puedes aportar. Y dado que muchas universidades reciben múltiples solicitudes por cada plaza disponible, y la mayoría no ofrecen la opción de una entrevista, la declaración escrita suele ser la única manera de expresar tu personalidad y decir «¡elígeme a mí!».

El que se trate de una declaración «personal» sugiere que deberías poder expresarte como quieras, ¿verdad? Bueno, es verdad, pero solo hasta cierto punto: los tutores de admisiones quieren hacerse una idea de quién eres tú, no tus padres, tus profesores o tu mejor amigo, por lo que debe ser obra tuya. Sin embargo, el objeto de la declaración es convencer al cuerpo docente de que deben ofrecerte una de sus preciadas plazas universitarias; si bien no existe una plantilla de declaración per se, sí existen ciertos aspectos que debes incluir, y otras cosas que sin duda debes omitir.

 

La importancia del párrafo de apertura

El formulario de solicitud en línea de estudios universitarios de UCAS (Universities and Colleges Admissions Service) permite como máximo 4000 caracteres (unas 700 palabras), lo que significa que debes redactar la carta de motivación cuidadosamente. Sin duda, la parte más importante es el párrafo de apertura, ya que sirve como invitación a seguir leyendo. Si no eres capaz de captar la atención del tutor de admisiones, que debe evaluar cientos de cartas de motivación, entonces es muy improbable que lo lea hasta el final.

Lo más recomendable es evitar frases de apertura muy manidas, así como clichés tales como «quiero ser ingeniero desde pequeño». Este tipo de cosas no es la invitación que busca el lector. En su lugar, intenta utilizar una anécdota, una experiencia o un momento de inspiración: “Aunque jugar con motores siempre fue un hobby durante mi infancia, el poder contemplar en una exposición en Londres el coche más rápido del planeta, denominado Bloodhound, despertó mi deseo de aprender todo lo que pudiera sobre ingeniería automotriz”. ¿De verdad? ¡Cuéntame más!

Por supuesto el párrafo de apertura puede empezar de diversas maneras, pero el objetivo fundamental es llamar la atención del lector.

 

Pon de relieve tu compromiso y tus capacidades

Posteriormente, debes demostrar tu pasión por los estudios elegidos, así como tu compromiso. Además, debes hacer hincapié en las capacidades concretas con las que cuentas que son extrapolables a los estudios y que te ayudarán a cursarlos con éxito. Una estrategia puede ser seguir la regla del ABC (Action, Benefit, Course / Acción, Beneficio, Carrera):

  • Acción: incluye ejemplos de lo que has hecho, cuál es tu experiencia relacionada, o incluso lo que has leído que te haya ayudado a la hora de elegir unos estudios, y que haya aumentado tus conocimientos de la materia.
  • Beneficio: a través de todo ello, explica lo que has aprendido o adquirido; en el caso de un libro o artículo, expresa tu opinión.
  • Carrera los candidatos más exitosos se aseguran de que la información incluida resulte importante para sus estudios con el fin de resaltar su idoneidad. Tener experiencia en arreglos florales puede poner de manifiesto tu potencial creativo, pero ¿te ayudará a estudiar astrofísica?

Es perfectamente aceptable que esta regla del ABC se fundamente en actividades escolares, dado que no todos los estudiantes tienen ocasión de desarrollar actividades adicionales. Sin embargo, si tienes la posibilidad de vincular actividades extracurriculares a los estudios deseados, estás destacando aún más tu compromiso. Como regla general, la información descrita en este apartado debe ser en un ochenta por ciento de índole académica, y un veinte por ciento de índole no académica. Por ejemplo, en calidad de miembro del club de ciencias (una actividad académica extracurricular) puedes haber desarrollado la capacidad de analizar datos y hacer frente a los problemas de forma lógica. Realizar prácticas se engloba en la misma categoría, y podría haberte ayudado a desarrollar capacidades relacionadas con la comunicación, la gestión del tiempo y la informática. Seguro que sabes de lo que hablo.

Los logros no académicos pueden estar relacionados con la música, el deporte, los viajes o algún club, y pueden traer consigo un abanico de competencias tales como trabajo en equipo, liderazgo, idiomas o habilidades de presentación. Una advertencia a este respecto: es de vital importancia venderse, pero la arrogancia o las mentiras tendrán como consecuencia que tu carta de motivación acabe entre las rechazadas. Sé sincero y mantén los pies en el suelo.

 

Acaba de forma memorable

Una vez has puesto de relieve tu gran interés y las cualidades pertinentes, es hora de redondear la carta con una conclusión digna de ser recordada. No tiene mucho sentido esforzarse en generar interés en el párrafo de apertura para que luego vaya perdiendo fuerza gradualmente al final. Una buena conclusión creará un impacto duradero y puede expresar cómo cursar los estudios elegidos te permitirán hacer carrera en un ámbito concreto o lograr otros objetivos. También puede resaltar tu motivación y determinación.

 

Utiliza un tono formal, ve al grano, y redacta en clave positiva.

Dado que es necesario reflejar toda esta información en una declaración relativamente breve, resulta esencial evitar lo superfluo o, como me gusta llamarlo, el «relleno». Si una frase suena bonita pero no aporta información al lector, elimínala. Además, el tono debe ser formal, y no debes usar las contracciones, jerga o chistes; recuerda que la carta de motivación va a ser leída por académicos, a menudo referencias en su campo.

Hacer referencia a libros es adecuado, pero no recurras a citas famosas, ya que utilizan en exceso y no reflejan las propias ideas. Igualmente, aunque es bueno evitar repeticiones, no exageres con el diccionario de sinónimos.

La negatividad no tiene cabida en una carta de motivación. Si tienes que mencionar una situación difícil que has superado, asegúrate de presentarla como una experiencia de aprendizaje, en vez de que pueda ser utilizada por el lector para reparar en defectos. Del mismo modo, recuerda que es probable que tu carta de motivación llegue a varias universidades como parte de una única solicitud, por lo que nombrar una universidad en concreto no te va a granjear muchas amistades en las otras.

 

No hay problema en que te ayuden, pero nunca plagies el trabajo de otras personas

Revisar la gramática, la ortografía y el ritmo del texto es fundamental y es perfectamente aceptable pedir a alguien que te eche una mano. Cuatro ojos ven más que dos, y un punto de vista diferente siempre ayuda, y, siempre que un tercero no redacte el contenido en tu lugar, su aportación puede ser de vital importancia. No obstante, aunque es posible que salgas airoso sin seguir todos y cada uno de los consejos anteriores, hay una cosa que no debes hacer bajo ningún concepto: plagiar el trabajo de otra persona. La mayoría de las solicitudes se realizan a través de UCAS, que utiliza un sofisticado software para detectar plagios. Si se descubre que has copiado contenido de Internet, o de una carta anterior, tu solicitud será rechazada de inmediato. Recuerda, se trata de una carta o declaración personal.

 

Plasma primero tus ideas en un mapa mental

Por último, te doy mi consejo estrella. Si entiendes toda la teoría que subyace a una carta de motivación y tienes la cabeza repleta de ideas, pero estás sentado ante la pantalla del ordenador con la mirada perdida, coge papel y boli y traza un sencillo mapa mental. Anota todas tus experiencias, actividades, capacidades, atributos y quizás incluso puedes incluir libros que hayas leído o temas de actualidad que te hayan resultado de interés en las noticias. A continuación, busca la forma de encontrar una relación entre todo ello y tus estudios, y subraya los elementos más importantes mediante flechas, colores o incluso garabatos. Plasmar las ideas en papel y realizar deducciones lógicas a partir de una imagen puede ayudar a estructurar tus ideas.

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