Tras el Brexit, el número de estudiantes europeos que asisten a la universidad en el Reino Unido disminuyó debido al mayor coste de las tasas internacionales. Sin embargo, algunas universidades, como una de mis favoritas, la Universidad de Portsmouth, han implementado un tipo de “beca europea”, lo que significa que los estudiantes españoles pagan lo mismo que los británicos. Esto equivale a una tasa anual de unos 11.000 €.
Alejandra, cuya hermana estudiaba la carrera en la Universidad de Manchester, nos cuenta su experiencia estudiando en Portsmouth y las oportunidades que ha aprovechado. ¡Es una lectura genial!
Mi nombre es Alejandra Sevillano, soy de Madrid y voy a empezar mi tercer año en la Universidad de Portsmouth, en el Reino Unido, estudiando Relaciones Internacionales con Idiomas.
Decidí irme a Reino Unido a estudiar porque vi cómo la experiencia de mi hermana mayor, que estudió en Manchester, transformó su vida académica y personal. Inspirada por ella y con ganas de abrirme al mundo, decidí seguir sus pasos.
Hoy puedo decir que ha sido una de las mejores decisiones que he tomado.
Antes de llegar a Portsmouth, tuve la suerte de estudiar inglés durante tres años en el British Council, mientras hacía el último año de la ESO y el bachillerato español, donde alcancé un nivel C2 de Cambridge. Esto hizo que el inglés no fuera un obstáculo para mí, pero sé que para muchos estudiantes internacionales adaptarse lingüísticamente puede ser un reto. Lo bueno es que la universidad de Portsmouth ofrece clases gratuitas de inglés como lengua extranjera para ayudar a quien lo necesite.
Además, la Universidad de Portsmouth tiene un programa llamado IWLP (Institution-Wide Language Programme), que ofrece clases gratuitas de idiomas extranjeros a cualquier estudiante. Las opciones van desde chino o italiano, hasta lengua de signos británica. Puedes cursarlas con créditos o, como hice yo con chino, simplemente añadirlas a tu horario sin créditos, por puro interés y aprendizaje personal.
Me encanta esta posibilidad porque fomenta el multilingüismo y el entendimiento intercultural, algo esencial en un mundo cada vez más conectado.
La Universidad de Portsmouth tiene unos 30.000 estudiantes, por lo que la vida universitaria es muy activa y prácticamente todo gira en torno a la comunidad estudiantil. Hay mucha oportunidad de trabajo a tiempo parcial que se adapte a la vida estudiantil, descuentos para estudiantes para prácticamente todas las tiendas y restaurantes (no te olvides de crearte una cuenta en UniDays para poder reclamar los descuentos) y muchos eventos ofrecidos por la universidad y por el ayuntamiento.


Algo que me sorprendió es lo cerca que estamos de la playa. Sí, Inglaterra también tiene mar y días soleados, sobre todo en el sur el clima no es tan gris como imaginaba, y poder dar un paseo por la orilla después de clase es un lujo. Además, las explanadas de césped enormes al lado de la playa vienen genial para hacer una barbacoa después de jugar al voleyplaya en las canchas públicas de la ciudad.
La integración social aquí es muy sencilla gracias a las numerosas actividades de bienvenida y a las sociedades estudiantiles. Yo me uní a la sociedad de animadoras (Cheerleading Society) y participé en caminatas con el grupo Girls Who Walk Portsmouth, que organiza rutas para explorar la ciudad y conocer gente nueva.
Además, junto a dos amigas mías, creamos la Spanish Society, ya que no existía cuando llegamos. Yo asumí el rol de secretaria, lo que me permitió desarrollar mis habilidades en redes sociales, promoción y creatividad, organizando eventos y actividades para dar a conocer la sociedad y atraer a nuevos miembros. Ha sido un lujo poder hacer todo eso con el visto bueno de la propia universidad, y mis amigas y yo disfrutamos mucho de conocer a otros españoles.
Aquí en Portsmouth, los miércoles son la noche de estudiantes por excelencia. Es el día en que quedamos con nuestra sociedad y siempre hay un tema especial de disfraz o un código de vestimenta divertido, desde noches de colores hasta trajes inspirados en películas. Antes de salir, hacemos juegos y actividades con el grupo y después, nos unimos al resto de estudiantes en la discoteca. Aunque fue la mejor decisión vivir en una residencia universitaria durante el primer año, tanto como para hacer amigos como para conocer la ciudad, compartir piso a partir del segundo año también ha sido una experiencia enriquecedora para hacer amistades y adaptarme a la vida británica.
Y algo que no puedo olvidar: Londres está a menos de dos horas en tren, algo que me viene bien para volver a casa en España. Además, he hecho escapadas rápidas para conciertos, museos o simplemente pasear por la ciudad. Y con la Railcard (£30) puedes tener todos los trenes a dos tercios de su precio durante un año. En Navidad, Londres es simplemente mágico.
Otra experiencia única que viví este año fueron las carreras de caballos en Goodwood, un evento muy popular en el sur de Inglaterra. Es una ocasión especial en la que nos reunimos estudiantes de varias universidades de la región, todos vestidos de forma elegante y disfrutando del ambiente festivo. Es una oportunidad de socializar, conocer a gente de otras ciudades y vivir una tradición británica en un entorno precioso.

El sistema universitario británico
Una de las grandes diferencias con el sistema universitario británico, comparado con lo que hay en España, es la forma en que se nos evalúa. En mi carrera, las evaluaciones no se centran tanto en exámenes tradicionales, sino en trabajos prácticos que desarrollan habilidades directamente útiles para nuestro futuro profesional.
Además de las famosas essays, en estos años he tenido que:
- Crear una página web desde cero.
- Elaborar un “policy brief” (documento de recomendaciones para responsables políticos).
- Realizar cursos de LinkedIn y Excel.
- Usar programas como SPSS para análisis estadístico.
- Manejar otras herramientas digitales clave para el mundo laboral.
Esta metodología fomenta la creatividad, la resolución de problemas y la capacidad de aplicar los conocimientos a situaciones reales, algo que considero fundamental para estar preparada para el mercado de trabajo. De hecho, una de las grandes ventajas de estudiar la carrera en el Reino Unido es que las universidades enfocan mucho en una preparación para la vida después de graduarse, es decir, hay muchas oportunidades para desarrollar las habilidades transferibles, interactuar con gente de varios países y empezar a desarrollar una red de contactos. No sé todavía donde voy a trabajar, pero debido a mi formación académica y personal, me siento muy preparada para cualquier cosa.
Por ejemplo, una de las cosas que más valoro de Portsmouth es que la universidad ofrece muchas oportunidades de trabajo para estudiantes, lo que permite ganar experiencia y también un apoyo económico. Este año he compaginado mis estudios con dos trabajos a tiempo parcial: como camarera en un restaurante local y como Residence Life Assistant para la universidad, un puesto en el que ayudo a otros estudiantes con su adaptación a la vida universitaria y organizo actividades para fomentar la comunidad en las residencias.
Trabajar mientras estudias te ayuda no solo a mejorar tus habilidades organizativas y de comunicación, sino también a integrarte más en la vida de la ciudad. Y como el visado estudiantil te permite trabajar hasta 20 horas a la semana, es buena manera de ganar un poco de dinero para los caprichos.
Además de eso, me gustaría destacar estas otras oportunidades
Este año he tenido la oportunidad de colaborar en la 3rd edition of the Faculty of Humanities and Social Sciences’ Newsletter for International Students (curso académico 2024/25), escribiendo un breve artículo sobre mi experiencia como estudiante internacional en la Universidad de Portsmouth. Fue una oportunidad para reflexionar sobre mi recorrido, compartirlo con otros estudiantes y, al mismo tiempo, contribuir a un proyecto pensado para fortalecer la comunidad internacional de la facultad.
Hace un año también participé en un webinar del British Council en España, donde pude compartir mi experiencia estudiando en el Reino Unido con futuros estudiantes. Fue muy gratificante poder transmitir consejos prácticos, hablar de los retos y oportunidades que he vivido, y motivar a otros a lanzarse a esta experiencia única.
Merece la pena mencionar la Portsmouth Award, un reconocimiento que la universidad otorga a los estudiantes que desarrollan competencias clave a través de experiencias extracurriculares, voluntariado, formación y desarrollo profesional. El programa se compone de tres elementos, y me enorgullece decir que ya he completado el primero, un paso importante hacia la obtención del premio completo.

El verano pasado tuve la oportunidad de participar en un programa en Normandía gracias a una de las tres becas que ofrecía mi universidad para continuar mis estudios de francés. Se trataba de las Écoles d’Été du Carré International de la Universidad de Caen Normandie, un curso intensivo de 5 semanas que combinaba clases de francés con actividades culturales. Durante las mañanas, mejorábamos nuestra expresión oral y escrita, reforzábamos estructuras gramaticales y ampliábamos vocabulario. Por las tardes, asistíamos a clases sobre cultura y patrimonio francés, desde gastronomía hasta historia y arquitectura normanda. También realizamos excursiones a lugares emblemáticos como el MontSaint-Michel, Étretat y Honfleur, así como a las playas del Desembarco.
Lo que más me gustó de la estancia en Francia fue la mezcla de estudiantes de todo el mundo, lo que hacía que cada conversación fuera una oportunidad para aprender no solo francés, sino también sobre otras culturas. Fue una experiencia inmersiva y enriquecedora que me motivó aún más a seguir formándome en diferentes países. Además, cuando comenzó mi segundo año en la universidad, mi tutor me pidió dar una breve presentación sobre esta experiencia de verano para motivar a los estudiantes de primer curso a aprovechar al máximo todas las oportunidades que ofrece la universidad.
Como parte de mi carrera, el próximo curso lo dividiré entre dos placements remunerados (prácticas profesionales) en Francia:
- Seis meses en Forcalquier, un pueblo al sur, cerca de Marsella, trabajando en el departamento de CustomerService en zChocolat.
- Cuatro meses en París, en la universidad ESIEE, como asistente pedagógica con estudiantes de español e inglés.
Estas experiencias serán posibles gracias a que la Universidad de Portsmouth tiene convenios con universidades y empresas de todo el mundo, fomentando que los estudiantes vivamos y aprendamos en diferentes países. Además, forman parte del Turing Scheme, un programa de becas financiado por el gobierno británico que ofrece apoyo económico para realizar parte de los estudios en el extranjero. En el año de placement la tasa de la matrícula es mucho menor, en mi caso son £1.430 frente a los £9.250 de los otros tres años. Gracias a esto, tenemos apoyo por parte de la universidad antes y durante las prácticas, para poder aprovechar al máximo ese año.
Estudiar en Portsmouth me ha enseñado que la universidad no solo es un lugar para adquirir conocimientos teóricos, sino un espacio para crecer como persona, explorar intereses, hacer contactos internacionales y prepararte para un futuro profesional global.
Si estás pensando en estudiar en el extranjero, mis consejos serían:
- Aprovecha todas las oportunidades: desde programas de idiomas hasta sociedades y eventos.
- Trabaja mientras estudias si puedes, porque la experiencia laboral te abrirá muchas puertas.
- Sal de tu zona de confort: vivir en otro país implica adaptarte, pero también descubrir habilidades y pasiones que no sabías que tenías.
- Involúcrate en experiencias internacionales: programas como el de Normandía o los placementsson invaluables para tu desarrollo personal y profesional.
En resumen
Mi experiencia en la Universidad de Portsmouth ha sido un viaje de descubrimiento constante.
He aprendido en las aulas, en mis trabajos, viajando, y en cada conversación con personas de distintas partes del mundo.
Lo que comenzó como una aventura inspirada por mi hermana se ha convertido en un camino propio, lleno de retos, aprendizajes y satisfacciones.
Y lo mejor es que esta aventura continúa, con Francia como el próximo capítulo.